Las calles Libreros y Mayor y las Plazas de Cervantes y de los Santos Niños se han llenado de público para recibir a Cervantes, Don Quijote y Sancho Panza que han marchado por su Alcalá de Henares para despedir el IV Centenario de la muerte del Príncipe de los Ingenios con el pasacalles Los sueños de Don Quijote.
Los sueños de Don Quijote, una visión conceptual del libro de Miguel de Cervantes, es un espectáculo en forma de pasacalles donde la compañía catalana de teatro de calle Sarruga ha metido en tres burbujas metálicas al escritor y sus personajes.
La salida en Libreros ha congregado a cientos de personas que se agolpaban a ambos lados de la calle para ver a las figuras cervantinas y quijotescas. Paso obligado por Santa María la Mayor y calle Bedel con la Universidad como testigo lejano.
Pero si ha habido un momento especialmente evocador este se ha producido cuando Cervantes pasaba frente al edificio donde se imprimió su primera novela, La Galatea. Solo una placa recuerda ese histórico hecho y ahora una entidad bancaria y una agencia de seguros ocupan lo que fue el negocio impresor de Juan Gracián.
Pasacalles Los sueños de Don Quijote en vídeo
Llegada a la Plaza de Cervantes donde se congregaba aún más público que terminaba su paseo en la Feria del Libro para agolparse en los soportales y la misma plaza y coger un buen sitio para ver a su más ilustre vecino y sus personajes.
De ahí a la calle Mayor, donde Cervantes ha protagonizado los momentos más divertidos del pasacalles hablando de tú a tú a todos los alcalaínos que se asomaban a las terrazas.
Al fin y al cabo son sus vecinos de calle, así que no debiera ser raro que los conociera uno por uno. Con sorpresa los inquilinos de las casas de la calle Mayor salían a hacer fotos o vídeos con el móvil y se encontraban conversando con el mismísimo Miguel de Cervantes que, por supuesto, ha pasado por delante de su casa familiar.
Para terminar, la comitiva se encontró con miles de personas (entre cuatro y cinco mil personas les aguardaban a ellos y a la falla que después ardería como colofón de estos Cuatro días para el final de un centenario) en la Plaza de los Santos Niños. Tal era el número de gente que se concentraba en la plaza de los patronos que Protección Civil, en un alarde de previsión, había montado un hospital de campaña.
Final del espectáculo en la calle San Juan, frente a la Casa de la Entrevista y a espaldas de la Magistral, para que todo el público volviese la vista a Santos Niños a disfrutar de la falla Cervantes 1547-1617.
También te puede interesar
La falla de Cervantes ardió en Santos Niños