Dream AlcaláLugaresCalle Mayor de Alcalá de Henares

Calle Mayor de Alcalá de Henares

La calle Mayor de Alcalá es la principal vía del centro de la ciudad, y ostenta, junto a su edad (data del siglo XII), el título de ser la calle con soportales a lo largo de todo su recorrido más larga de España y la segunda de Europa (tras el pórtico de S. Luca de Bolonia).

La calle Mayor es un perfecto ejemplo de lo que han sido las calles Mayores en pueblos y ciudades de toda España, el epicentro de la vida ciudadana de cada día: trabajo, gestiones, compras, saludos al paso… los días laborables, y el paseo pausado, el gentío familiar que la recorre, que se sienta en sus terrazas de los bares o camina por ella a paso de conversación los domingos y fiestas de guardar.

Los soportales

La calle Mayor tiene 390 metros de larga y su ancho es de ocho metros. Une dos de las plazas más emblemáticas del casco histórico complutente, la de Cervantes y la de los Santos Niños, plaza a la que la calle Mayor sale en su final por la izquierda, pues allí queda cerrada por la muy justamente llamada Casa Tapón.

Se construyó sobre el trazado de la calzada romana Caesar Augusta, la cual se cruzaba con  lo que fue la ciudad romana, Complutum. El rasgo por el la recuerda que todo el que la visita son sus soportales, a base de columnas que aguantan el peso de las casas que la forman, con dos o tres alturas.

Esas columnas al principio, en la Edad Media, fueron simples vigas de madera, y posteriormente fueron sustituidas por columnas redondas de piedra, en el siglo XIV, y por pilares de forma cuadrada, ya en el siglo XIX. Todavía existen varias de las columnas redondas, como se puede observar, por ejemplo, a la altura del número 32. Como curiosidad, en alguna de ellas queda algún resto de colores, en azul, rojo y amarillo, con los que se pintaban las columnas durante las celebraciones del Siglo de Oro.

Otra curiosidad es que en la calle soportalada más larga de España y casi de Europa, sin embargo, hay un trecho que carece de sus típicos soportales: es donde se encuentran las fachadas del Hospital de Antezana, conocido como el Hospitalillo, y la  contigua Casa-Museo Natal de Miguel de Cervantes, que incluso tiene un pequeño jardín delantero.

El Hospital se diferenció siempre, dentro de la calle, en que en el resto de la misma los bajos estaban dedicados a tiendas y talleres, y las viviendas se situaban en los pisos superiores, mientras que la arquitectura del Hospital de Antezana era y es completamente diferente, dedicada a su uso asistencial. Hay algún otro tramo sin la cubierta de los soportales, fruto de obras, accidentes e incendios que se los llevaron y no fueron repuestos.

La judería

Los judíos fueron oficialmente expulsados de España en 1492, pero en ese y en los siglos anteriores, en Alcalá vivían en su barrio o aljama, que precisamente rodeaba la calle Mayor, que era el centro comercial de la ciudad. Fue la época llamada de las tres culturas, pues durante ella judíos, musulmanes y cristianos convivieron en la ciudad. Eso sí, en demarcaciones claramente diferenciadas.

Si caminas por la calle Mayor, viniendo desde la plaza de Cervantes y por la acera izquierda, verás que a la altura del número 37, se abre un pasadizo a un patio empedrado, nombrado Corral de la Sinagoga.

Algo más adelante existe otra entrada a la izquierda, y tanto el Corral de la Sinagoga como la segunda entrada, frente a la calle Imagen (otra calle con historia, al ser el lugar donde nació Manuel Azaña, presidente de la II República. Hijo a su vez de Esteban Azaña, alcalde de la ciudad), te llevarán a la actual plaza de los Irlandeses.

Son las dos entradas que conducen a una sinagoga construida en ese emplazamiento, y destruida en un incendio, y que también da al actual número 10 de la calle de Carmen Calzado. Esta era la Sinagoga Mayor, una de las dos que había en la judería de Alcalá. La otra se encontraba en la calle Santiago, vía paralela a la calle Mayor y a la que está unida por las calles Cervantes, Imagen y Nueva. Era la Sinagoga Menor, y estaba junto al colegio-convento de Santa María Egipcíaca.

Las mirillas

Mirilla en el techo de la Calle MayorVisitante de la calle Mayor, no debes dejar de fijarte, en tu paseo por esta calle llena de encanto a todas las horas, en las mirillas, para lo que deberás mirar al techo de los soportales, por ejemplo, en los números 13 y 32. Las mirillas son otra curiosidad histórica, que usaban los comerciantes judíos, con la misma función que las actuales mirillas de las puertas de los hogares: ver quien llama a la puerta.

Pero no sólo esto, sino que al ser agujeros cuadrados de unos 10 centímetros, en el techo del soportal, o sea, en el suelo de la casa de encima, además de confirmar si la visita era deseada o no, permitía echarles las llaves para que abrieran la puerta y subieran, con toda comodidad.

Desde 1986 la calle Mayor es peatonal y su empedrado sólo lo pisan los paseantes que pasan de una parte de la ciudad a otra, que van a cualquiera de sus numerosos comercios, bares y restaurantes, terrazas, librerías o patios, o acuden a ver algún espectáculo u obra en el Teatro Salón Cervantes, en la calle Cervantes.

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