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El homenaje a Tirso y Moliére le da un nuevo aire al Don Juan en Alcalá

Con los ‘Rumores’ de Ron Lalá se volvió a presentar el Don Juan en Alcalá 2019. La canción la misma, si bien un toque de rap ha cambiado, para bien, este inicio del primer Tenorio con misma compañía y mismos actores.

Un Don Juan que ya es Fiesta de Interés Turístico Nacional y que generaba sus dudas por aquello de repetir compañía y actores, sobre todo los protagonistas. El año pasado lo hicieron bien, muy bien, y este año, obviamente no se esperaba menos. Lo que sí esperaba el público, muy numeroso a pesar de tratarse del este ensayo general, eran los cambios.

Pocos fueron, eso sí, pero bien recibidos por cerca de 800 espectadores que se acercaron a esta especie de ‘Premiere’ y que aplaudieron, con mucho agradecimiento, a los artistas en dos ocasiones al finalizar el espectáculo.

Vamos a intentar hablar de esta versión de Ron Lalá de la obra de Zorrilla. El grueso de la función es el mismo que el año pasado. Si bien cambia, y mucho, la actitud de los actores.

El éxito de público fue rotundo tanto el viernes como el sábado.

La Posada del Laurel

El Acto I (Libertinaje y escándalo) del Don Juan es un corral lleno de gallitos donde ocho (una vez más, faltó Gastón, sirviente de Don Luis) actores masculinos -Buttarelli (Juan Cañas)/Ciutti (Martín Vaamonde), Don Juan (Fran Perea)/Don Luis (Daniel Rovalher), Don Gonzalo (Daniel Freire)/Don Diego (Jacinto Montes de Oca), Avellaneda (Jacinto Bobo) y el Capitán Centellas (Diego Morales)-se disputan por parejas ver quién es más chulo y pendenciero, a quien le importa más la bolsa que el honor o el honor que la bolsa además del duelo marcial de Centellas y Avellaneda.

Quizá la mejor escena del Don Juan en Alcalá de Ron Lalá. Los actores de reparto estuvieron sensacionales con un Pau Cólera que, sin duda, merece un papel principal en esta obra.

La canción Rumores (original de Yayo Cáceres director de la obra con letra de Álvaro Tato, responsable de la versión del Don Juan) metió estrofas rapeadas que no quedaron del todo mal y gustaron al público.

Apareció el italiano Buttarelli (Juan Cañas) hostelero de la famosa posada sevillana del Laurel, para introducir al Don Juan en Alcalá para después resolver la disputa entre el Tenorio y su archienemigo Don Luis Megía. Primera aparición de Fran Perea y su padre alcalaíno Jacinto Montes de Oca.

Don Juan estuvo correcto, su padre empezó con dudas, Don Luis mejoró al del pasado año y a Don Gonzalo se le empezaba a notar que quería superarse, lo consiguió durante toda la actuación.

La Casa de Doña Ana de Pantoja

Primer movimiento de escenario para ver a Don Luis con su amada Doña Ana en la escena de la reja. El enemigo de Don Juan volvió a mostrar su mejor registro de escena, como ya hiciera el pasado año. Flor Saraví, por su parte volvió a respirar amor por su Megía y Pascual se encargó de tranquilizar a Don Luis ante la amenaza de Tenorio.

Alba Banegas, volvió a ser de lo mejor de la representación. Magnífica pendenciera cogiendo la bolsa de Don Juan para vender lo que hiciera falta, más allá de su honra que tiró al suelo antes de empezar a hablar.

Las escenas de acción posteriores, lucha de Don Juan y Ciutti contra Megía, siguen siendo complicadas sin escenografía. Como el pasado año, no fue fácil demostrar al público que allí se estaban batiendo dos caballeros a la espada.

Por cierto, aparición de la primera debilidad de Don Juan, en su amor por Doña Inés, junto a Brigida. Entre idas y vueltas de Perea por la pendencia y el amor, no sabemos si estaba ya en la verdad o seguía en la mentira.

Nuestras notas de los actores (en el ensayo general)

Don Juan (Fran Perea): el año pasado lo calificamos como uno de los grandes Tenorios que ha pasado por Alcalá de Henares. No se supera en la pendencia y el amor, pero se sale en el drama. Magníficas últimas escenas.

Doña Inés (Luz Valdenbro): como su compañero protagonista, de menos a más. Para una Doña Inés de 17 años nos gustó más el rubio del año pasado que la melena morena de este. De nuevo estuvo magnífica en la escena del panteón familiar y mejoró, y mucho, el Convento de las Calatravas.

Don Luis Mejía (Daniel Rovalher): De nuevo su mejor registro fue en el drama con Doña Ana, como el pasado año, y en el último duelo ante Don Juan, a retener en este 2019. Se le supone a la sombra del protagonista pero tiene mucho más que dar.

Cristófano Butarelli (Juan Cañas): Una vez más, de lo mejor del reparto aunque por debajo de otros compañeros a los que superó el pasado año. Al final, como contamos en 2018, todo un mesonero del siglo XVI buscando bolsa sin dar servicio.

Marcos Ciutti (Martín Vaamonde): lo más parecido a Sancho Panza que encontramos en el Don Juan en Alcalá. Seguimos recordando al Francis Lucas que nos enamoró en 2016, pero lo cierto es que este Ciutti nos gustó más este año que el pasado.

Don Gonzalo de Ulloa (Daniel Freire): Cambio radical del pasado año al presente. De lo mejor del reparto. No se espera menos de uno de los actores más conocidos del elenco. Pero si en 2018 nos dejó fríos, es de justicia decir que es de lo mejor de este Don Juan. Muy bueno en todas sus escenas, especialmente como ‘convidado de piedra’ (nos permitimos el giro ya que Tirso estuvo presente en la representación).

Don Diego (Jacinto Montes de Oca): correcto como lo estuvo Pedro García de las Heras el pasado año. Su personaje volvió a perder importancia y al actor alcalaíno tampoco le dio para mucho más que ofrecer una buena actuación en La Posada del Laurel.

Don Rafael de Avellaneda (Jacinto Bobo): mejor el pasado año. Su cercanía a Don Luis, más que a Don Juan, pareció pesarle desde la apuesta de La Posada del Laurel donde se midió con su amigo Centellas.

El Capitán Centellas (Diego Morales): El marcial y pendenciero capitán del siglo XVI volvió a estar por encima de su par, Avellaneda. Gustó, al menos el público así pareció decirlo, y su actuación estuvo ejemplar y a la altura de cualquiera de los personajes principales.

Pascual (Iván Mínguez): La versión de Ron Lalá ya dejó claro el pasado año que Pascual es un papel menor. Mínguez hizo lo que tenía que hacer y poco más. La verdad, un personaje con poca importancia que tampoco da para mucho más.

Doña Ana de Pantoja (Flor Saraví): también nos gustó más el año pasado. De nuevo mostró su fuerza interpretativa en su amor por Don Luis pero si en 2018 estuvo por encima de su predecesora, Sandra Collantes, este año le faltó esa chispa que le iluminó la cara en la anterior edición.

Brígida (Sol López): López volvió a conseguir que odiáramos a Brigida desde el principio hasta el final. Eso sí, estuvo más plana que el pasado año donde su actuación fue in crescendo. De nuevo bravo engaño a Doña Inés que fue lo que más nos gustó de su actuación.

Lucía (Alba Banegas): de lo mejor del elenco. Si el año pasado echamos de menos la escena con Ciutti, en 2019, Lucía nos ha conquistado. Magnífica escena con Don Juan que han hecho de Banegas una de las razones para ir a ver al Tenorio alcalaíno.

La Abadesa de las Calatravas (Tatiana de Sarabia): el año pasado Sarabia hizo mejores a su Doña Inés y su Don Gonzalo. Sin embargo, y aún teniendo una buena actuación, sus compañeros estuvieron por encima y quizá no le permitieron exhibirse como lo hizo en 2018.

El Escultor (Fran García): una vez más García fue capaz de cambiar el tempo de la obra a varios años hacia adelante con su actuación. Voz y actuación poderosa la de este escultor que volvió a brillar en su escena.

La Sombra (Rocío Arce): el año pasado dijimos que fue uno de los grandes aciertos de la versión de Ron Lalá. Lo único malo de su actuación es que era esperada, por lo demás estuvo genial, como en 2018.

Los Don Juanes de Alcalá (Antonio Ponce y Martín Puñal): a estos dos los tendréis que juzgar vosotros mismos. No queremos adelantaros nada del homenaje a Tirso y Moliére.

Convento de las Calatravas

Brigida volvía a aparecer con su papel de mala y embaucadora junto a la primera escena de Doña Inés. La cordobesa Luz Valdenebro mostró su mejor registro en la lectura de la carta. Mucho mejor que el año pasado donde ya brilló con luz, y vestido blanco, propia.

Una vez más, el público se sorprenderá con la aparición, y el sequito, de Don Juan, antes de subir al claustro. La abadesa (Tatiana de Sarabia), volvió a cumplir, pero es que la actuación de Doña Inés y su padre, estuvo tremenda y quizá la apagó un poco. Freire volvió a demostrar que es muy bueno.

Quinta de Don Juan

Hasta más allá de las orillas del Guadalquivir se volvía a desplazar el público al tercero de los escenarios. Entre la escena del diván, en el caso de Ron Lalá del cajón, pronunciaba Don Juan el “no es verdad ángel de amor” que nos gustó más en 2018, como de justicia es decir que estuvo más apasionante la lucha con Don Luis y Don Gonzalo en esta nueva edición.

Solía ser esta la mejor actuación del Don juan en Alcalá de los últimos años, pero en este 2019 parece que La Posada del Laurel, o las últimas escenas, tienen más gancho.

Panteón de la familia Tenorio y aposento de Don Juan

El escultor (Fran García) llevó al público años posteriores desde el principio de su actuación. Magnífico mano a mano con Don Juan de este actor que volvió a demostrar ser de lo mejor del elenco.

Después, turno para el lucimiento de Centellas y Avellaneda. Gustó más el primero que el segundo, si bien los dos estuvieron a gran nivel demostrando marcialidad y pendencia, hasta que les tocó sentir miedo, ahí estuvieron bien.  

Llegaba el final de un Don Juan en Alcalá donde Fran Perea mostró su mejor versión. Si su pendencia estuvo por encima de su amor, lo bordó en el drama. Es un actor consagrado y es en los momentos cumbre donde se tiene que notar.

Se cortó de raíz su intervención con la aparición de los Don Juanes de Alcalá (Antonio Ponce y Martín Puñal) para terminar del volver loco al Tenorio de Zorrilla y homenajear al Burlador de Sevilla de Tirso de molina y al Don Juan de Moliére. No vamos a decir nada porque preferimos que lo veáis y juzguéis vosotros mismos.

A partir de entonces y hasta el final, tiempo para que el Don Juan protagonista mostrase lo mejor de si mismo acompañado por una muy buena doña Inés y un magnífico Don Gonzalo.

De nuevo, la actuación la redondeó la Schola Cantorum de Alcalá de Henares que, bajo la dirección musical de Miguel Magdalena (Ron Lalá), marcaron el tempo de la obra para mantener al público en vilo en las escenas de amor y muerte.