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Pregón de las Fiestas de los Santos Niños de Alcalá de Henares 2025


Este sábado comenzaron oficialmente las Fiestas Patronales de los Santos Niños con el pregón a cargo del presidente de la Asociación Complutense de Belenistas, Leopoldo Herrero, por el 30 aniversario de esta entidad.

El acto contó con presencia del teniente de alcalde, Víctor Acosta; acompañado por los concejales de Fiestas y Tradiciones Populares, Antonio Saldaña; de Patrimonio, Vicente Pérez; y de Salud Teófilo Lozano. También asistieron los ediles socialistas María Aranguren, Enrique Nogués y Nicolás Rodríguez

Tras el pregón tuvo lugar el baile en la Plaza de los Santos Niños con la orquesta Athika. Además, en la plaza de la Paloma se celebró el festival de Los40 Urban Sessions y en el Parque de Sementales con la observación astronómica.

Por la mañana también, la Hermandad Franciscana de Ntro. Padre Jesús Resucitado, Ntra. Sra. de la Salud y el Perpetuo Socorro (ministra de los enfermos) y San Diego de Alcalá organizó en la Plaza de los Santos Niños un reparto de migas solidarias a beneficio de la Beca de San Diego.

Pregón de las Fiestas de los Santos Niños Justo y Pastor de Alcalá de Henares

El presidente de la Asociación Complutense de Belenistas, Leopoldo Herrero, fue el encargado de ofrecer el pregón de los Santos Niños 2025:

Queridos vecinos y vecinas de Alcalá, autoridades, amigos, y, sobre todo, niños y niñas: Hoy, frente a esta recoleta Plaza de los Santos Niños, en el corazón de nuestra querida Alcalá de Henares, me siento profundamente honrado por dirigirme a vosotros como presidente de la Asociación Complutense de Belenistas, una asociación de manos artistas y creadoras que, año tras año, revive en pequeños escenarios la más grande historia de amor: el nacimiento de un Niño que cambió el mundo. Y de realizar este pregón como parte de unas fiestas que celebran lo mejor de nuestra identidad: nuestras raíces, nuestras tradiciones y, sobre todo, a aquellos que dan sentido a todo ello, nuestros niños.

Nosotros los belenistas acostumbramos a expresarnos con nuestras manos y no con nuestra voz, hablamos a través de nuestros belenes con los que cada año, y ya van treinta, intentamos sorprenderos cada Navidad. Lo nuestro no son las palabras, son escenas hechas de corcho y musgo; por eso estar hoy aquí enfrente de todos vosotros es un gran reto que afrontamos con ilusión y gran alegría, un reto al que esperamos no fallar y convencidos que al superarlo creceremos y nos haremos mejores como personas y como belenistas, siempre con el objetivo de servir a nuestros convecinos complutenses y a nuestra querida ciudad. 

30 años de la Asociación Complutense de Belenistas

Este año, además, es especialmente significativo para nosotros, pues celebramos con orgullo nuestro 30 aniversario, tres décadas dedicadas a mantener viva una de las tradiciones más bellas y entrañables de la Navidad, sus belenes y nacimientos.

Durante estos 30 años, hemos trabajado con ilusión y entrega para plasmar, en pequeñas escenas, una historia que nos une a todos: el nacimiento de un Niño que es símbolo de esperanza y amor. 

Ese Niño, rodeado de humildad, sencillez e inocencia, es el mismo que inspira nuestras Navidades, esas fiestas luminosas en las que los ojos de los niños brillan como estrellas, y nuestras casas albergan belenes que cuentan, con ternura, una historia que nunca deja de emocionarnos.

Los niños son la esperanza, la semilla de todo futuro

Pero hoy estamos aquí para honrar a otros niños: Justo y Pastor, mártires de la fe, que en su inocencia y valentía iluminaron con su ejemplo los caminos de nuestra ciudad. Dos niños cuya historia, aunque teñida de tragedia por la intransigencia de los mayores, nos enseña una lección eterna: que los niños son la esperanza, la semilla de todo futuro, el verdadero espíritu que da sentido a nuestra existencia y a nuestras fiestas.

En las fiestas de los Santos Niños, las calles del casco histórico se llenan de vida con los juegos, las risas y la alegría de los niños y mayores que disfrutan de los gigantes y cabezudos, de la verbena y del mercado, que llenan de color y emoción nuestro centro neurálgico, que nació alrededor de una pequeña ermita donde reposaban los cuerpos de nuestros pequeños mártires, y que fue el germen de este barrio, de este distrito y de esta ciudad de nuestros amores. Iplacea, Complutum, Burgo de Santiuste, Alkalá Nahar, Alcalá de Henares. Distintos nombres para algo que llevamos muy dentro, bajo nuestra piel, en lo más profundo de nuestro corazón.

No podemos olvidar los comienzos de nuestro barrio y de nuestra ciudad, su origen en el Burgo de Santiuste. Aquel pequeño núcleo de fe y comunidad, levantado bajo la advocación del niño San Justo, fue el primer paso de un camino que nos ha traído hasta aquí. Imagino con emoción a los primeros habitantes, trazando caminos y levantando sus hogares con valentía, mientras tejían los lazos de una comunidad que, incluso en su sencillez, ya soñaba con la grandeza.

Incluso los más pequeños pueden cambiar el mundo

Esos sueños encontraron su ejemplo en los Santos Niños, Justo y Pastor, quienes desde su corta edad demostraron que la fe y el valor no entienden de edades. Su martirio, en tiempos de persecución, no solo es un episodio trágico de nuestra historia, sino un faro que ilumina nuestra manera de vivir y celebrar.

Ellos, con su firmeza y su inocencia, nos enseñaron que incluso los más pequeños pueden cambiar el mundo. Representan la lucha contra la intolerancia y el abuso, y nos recuerdan que debemos proteger a nuestros niños, preservar su inocencia y garantizar que su risa y alegría sean siempre el centro de nuestras vidas y nuestras fiestas.

Por otro lado, su martirio nos interpela como sociedad. Representa el daño que puede causar la intolerancia, la violencia y el abuso de poder. Nos recuerda que cada vez que se ignora o reprime la voz de la infancia, se apaga un poco la luz que mantiene viva a la humanidad. Es una llamada a proteger a los más vulnerables, a garantizar que las generaciones futuras puedan vivir en un mundo donde la libertad, la fe y sus derechos fundamentales sean respetados.

Proteger la inocencia de los niños es proteger el alma del mundo

Alcalá, ciudad de gigantes y cabezudos, de risas infantiles y tradición, de cultura y pasacalles, vive estas fiestas como una celebración del alma de los niños. Esas sonrisas que brotan al ver pasar la comparsa de gigantes, esos ojos que se asombran con los colores y las formas de los cabezudos, son el eco de un mensaje que nos interpela a todos: proteger la inocencia de los niños es proteger el alma del mundo.

Si algo nos enseñan las fiestas de nuestros Santos Niños y la Navidad, es que la pureza y la alegría de los pequeños son un faro en medio de la oscuridad. Que el ejemplo de Justo y Pastor, enfrentados a la intolerancia, nos llame a construir un mundo donde ningún niño sufra por la intransigencia, donde cada risa infantil sea un triunfo de la humanidad.

Por eso, vecinos, estas fiestas no son solo un homenaje al pasado, sino un compromiso con el presente y el futuro. En cada niño que corre por nuestras calles, en cada pequeño que mira maravillado los actos que llenan de vida estas jornadas o los belenes de nuestra ciudad, reside la clave de nuestra supervivencia como sociedad. Protegerlos, preservar su inocencia y garantizar su alegría no es solo un deber, sino un acto de fe en la humanidad.

La alegría de los niños es el eje que da sentido a nuestras tradiciones

En cada una de estas tres décadas realizando belenes, hemos aprendido que la alegría de los niños es el eje que da sentido a nuestras tradiciones, el corazón que late en nuestras fiestas. Por eso, al celebrar estos 30 años de nuestra Asociación, renovamos nuestro compromiso de ser guardianes de su inocencia y de fomentar un mundo donde cada niño pueda crecer rodeado de amor, respeto y esperanza.

Hoy, al comenzar estas fiestas, celebrémoslas con alegría y responsabilidad. Sigamos el ejemplo de aquellos pequeños mártires que no dudaron en defender sus valores, y hagamos de Alcalá una ciudad donde cada niño encuentre siempre un hogar para su risa y un refugio para su alma.

Al mirar las calles llenas de gentes, de risas infantiles y de familias, vemos el eco vivo de Justo y Pastor. Somos herederos de un legado que brilló con su valentía, y que sigue vivo en cada niño que corre por nuestras plazas y calles.

La luz de la infancia es el mayor tesoro que tenemos

Mientras encendemos las luces de la verbena y celebramos con orgullo estos 30 años de trabajo, miremos hacia adelante con el deseo de seguir compartiendo la alegría de las Fiestas de los Santos Niños y de la Navidad durante muchos años más. Que estas fiestas sean una celebración de nuestra historia, pero también una promesa para el futuro.

Que en cada FIESTA que organicemos, en cada belén que construyamos, lata el deseo de proteger la esencia de quienes somos: una ciudad donde la inocencia de los niños y la unidad de las familias son nuestra mayor fortuna. ¡Sintámonos orgullosos de estas fiestas que, año tras año, nos recuerdan que la luz de la infancia es el mayor tesoro que tenemos! ¡Vivan los Santos Niños Justo y Pastor! ¡Viva Alcalá de Henares! ¡Felices fiestas a todos!

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