La Ermita de los Doctrinos, uno de los templos más antiguos y reconocidos del patrimonio religioso de Alcalá de Henares, está inmersa en un ambicioso proyecto de restauración para frenar el grave deterioro que el edificio sufre desde hace décadas.
Las humedades, la fragilidad estructural del tejado y el paso del tiempo han obligado a intervenir de manera urgente sobre esta construcción del siglo XVI.
La obra, compleja por dimensiones y por el nivel de especialización requerido, se ha dividido en dos fases. La primera está actualmente en marcha y se centra en el tejado que cubre la sacristía y la Capilla del Cristo. La segunda parte, que afectará al techo principal de la ermita, se ejecutará a partir del próximo año.
La primera fase de la obra, los tejados que custodian el altar del Cristo de los Doctrinos, así como a Nuestra Señora de la Esperanza, la financiará la propia Cofradía con fondos propios de las aportaciones de sus hermanos y devotos y la inestimable colaboración del Ayuntamiento de Alcalá de Henares. El coste, de alrededor de 52.000 euros, incluye el suelo, las paredes y la iluminación del propio altar del Cristo.
Para la segunda fase, la zona del tejado de todo el resto de la Ermita, será el Obispado de Alcalá quien se encargue de su financiación de manera íntegra.
El vicepresidente de la Cofradía del Santísimo Cristo Universitario de los Doctrinos y Nuestra Señora de la Esperanza, Diego Rey, resume la situación con claridad: “Las obras que estamos haciendo van, sobre todo, arreglar los tejados. Tenemos un problema muy grande de humedades y ya en los últimos dos años el agua entraba dentro de la ermita, de la sacristía y de la zona donde está el Cristo, de la Capilla del Cristo”.
Una alarma que, según explica, se hizo evidente cuando las lluvias intensas comenzaron a traspasar el tejado con mayor frecuencia y ya no quedaba margen para seguir colocando parches provisionales.
La urgencia de intervenir sobre un edificio del siglo XVI
El templo de los Doctrinos es considerado uno de los pulmones espirituales de Alcalá de Henares desde el siglo XVI. Su valor histórico y patrimonial ha convertido a la ermita en un enclave fundamental del casco histórico de la ciudad. Sin embargo, su longevidad también ha multiplicado los problemas de mantenimiento.
Diego Rey recuerda que las humedades no son un fenómeno reciente. “Las humedades de siempre, o sea, yo llevo aquí desde pequeño y de siempre han estado, de hecho se pueden observar en las paredes que la humedad llega hasta bastante alto”, señala. Durante décadas, la cofradía ha ido realizando pequeñas reparaciones a medida que el presupuesto lo permitía. Pero nunca existió la posibilidad de afrontar una reforma integral del tejado.
El cambio climático ha agravado el problema. Las precipitaciones son ahora más intensas y concentradas en cortos periodos de tiempo. “Con las lluvias que ha habido, que son mucho más abundantes en un espacio de tiempo más corto, pues no daba abasto el tejado”, explica Rey. El agua se filtraba a través de las cubiertas deterioradas y traspasaba las paredes de la sacristía y la capilla, dañando pintura, muros y suelos.

Capilla del Cristo: restauración del espacio y medidas de seguridad
La Capilla del Cristo, uno de los espacios más venerados por los fieles, ha recibido además mejoras adicionales aprovechando el desarrollo de la obra. Según cuenta Rey, “hemos aprovechado para dignificarlo un poquito más, en remozar las paredes, arreglarlas por la humedad, pintarlas”.
También se está renovando por completo la instalación eléctrica, que estaba obsoleta y entrañaba un riesgo real para el edificio. “Era bastante antigua y corría un riesgo bastante fuerte de que pudiera causar un accidente”, explica.
Además, se ha sustituido el suelo de gres que existía por uno más acorde a la estética histórica del templo, buscando homogeneidad con el resto de la construcción. El resultado pretende reforzar la identidad patrimonial del interior del edificio.
Otro añadido importante ha sido la incorporación de un aparato para desecar los paramentos. Gracias a ello, se espera que las paredes puedan comenzar a recuperar niveles normales de humedad y que el edificio quede protegido a largo plazo.
Una primera fase financiada con préstamos internos y años de esfuerzo económico
La magnitud económica de las obras obligó a la cofradía a someter el proyecto a junta, ya que superarían ampliamente el presupuesto disponible. La ejecución ha sido posible gracias al estudio de arquitectura que dirige la reforma y al acuerdo aprobado por los cofrades.
Rey detalla el esfuerzo económico: “Durante siete años vamos a estar pagando una letra mes a mes para hacer esa obra”. El vicepresidente reconoce que sin el compromiso de la comunidad cofrade hubiera sido imposible iniciar el proceso.
A los recursos procedentes de cuotas internas se suma el apoyo del Ayuntamiento, además de campañas específicas de recaudación y venta de merchandising religioso. También se ha puesto en marcha un Bizum (11034) y una cuenta bancaria (ES79 0049 5175 7024 1652 9315) destinada exclusivamente a donaciones, así como colectas físicas en la propia ermita.



La implicación social: rifas, arte y solidaridad
El trabajo de la cofradía no se limita a pedir ayuda; también ha desarrollado iniciativas creativas para sumar ingresos. Entre ellas, la rifa de Navidad y la venta de objetos conmemorativos. Además, una aportación especial ha tenido gran repercusión económica y emocional.
Rey destaca la contribución de la cofrade y pintora alcalaína Beatriz de Bartolomé, quien donó un cuadro original del Cristo de los Doctrinos para el sorteo de tres copias certificadas: “Gracias a ese cuadro llegamos a recaudar más de 800 euros”.
Para el vicepresidente, ese gesto simboliza el espíritu de unión que rodea al templo: “Gracias a todo ese compromiso de cofrades y de devotos alcalaínos, es por lo que estamos consiguiendo llevar a cabo estas obras”.
Apoyo institucional para garantizar el futuro de la ermita
La segunda fase del proyecto de reforma, la más costosa, se financiará gracias a una subvención que gestionará Obispado. Parece que la cofradía no tendrá que asumir la mayor parte del gasto directo, lo que supone un respiro económico y una garantía para culminar la restauración completa del tejado durante 2025.
Rey también reconoce el apoyo del Ayuntamiento de Alcalá de Henares en la primera fase de la obra: “Gracias a un acuerdo de colaboración con ellos, se nos va a dar una subvención. Y gracias a eso podemos mantener un poco la ermita”.
Un templo que pertenece a la memoria colectiva de Alcalá
La Ermita de los Doctrinos no solo es un edificio histórico: es un símbolo religioso, cultural y social. En su interior reside una de las imágenes devocionales más queridas por los alcalaínos. Durante siglos ha sido refugio espiritual, espacio de encuentro y lugar de memoria para generaciones enteras.
Salvar este espacio trasciende a la obra física, supone proteger una parte fundamental de la identidad complutense. Su restauración permitirá devolver estabilidad al edificio, garantizar la conservación de su patrimonio interior y evitar que uno de los recintos sacros de mayor antigüedad en la ciudad quede sometido a un deterioro irreversible.
El proyecto apenas acaba de comenzar, y el camino que queda por recorrer será largo. Pero la cofradía mantiene el optimismo intacto gracias al respaldo ciudadano. La llamada es clara: cualquier aportación, por pequeña que sea, ayudará a mantener viva la historia de la ermita para futuras generaciones.
Alcalá de Henares se enfrenta ahora a una oportunidad única de preservar su legado. El esfuerzo conjunto puede convertir la restauración de los Doctrinos en un ejemplo de compromiso comunitario y en un acto de responsabilidad histórica con uno de sus mayores tesoros arquitectónicos.
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