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“Mi madre entró en la residencia pesando 68 kilos y ahora pesa 46,5 kilos”

Nueva manifestación a las puertas de la residencia Francisco de Vitoria de Alcalá de Henares. Una hora antes de la concentración algunos familiares han querido ofrecer su versión sobre lo que sucede dentro del centro de mayores.

Entre ellos estaba Julia María Martínez que tuvo la posibilidad de hablar con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la Asamblea de Madrid el pasado 22 de marzo. Julia afirma que “hablé con ella y le solicité que, por favor, viniera a ver la situación en la que están los residentes y los trabajadores que están superagotados y no pueden más. Su contestación fue que iba a barajar la posibilidad de venir, que lo iba a estudiar y, sobre esto, no me dijo nada más”.

“Ya sobre el tema del contrato, eso lo quiero dejar claro, me dijo que iba a valorar la posibilidad de rescindirlo. Lo iba a estudiar porque no era fácil y tenía un trámite administrativo”.

Sobre el polémico contrato que contempla las cinco comidas al día para los mayores por un importe de 4,60 euros, Julia ha explicado cómo la presidenta regional “me dijo que iba a valorar la posibilidad de rescindirlo. Lo iba a estudiar porque no era fácil y tenía un trámite administrativo”.

Los problemas persisten en la residencia Francisco de Vitoria

La madre de Julia María lleva dos años y cuatro meses en la residencia. “Antes de entrar, yo la pesaba cada 15 días. Salió de mi casa con 68 kilos y ahora pesa 46,5 kilos, a fecha del 15 de febrero. Ella toma ‘turmix’ (comida triturada) con lo cual yo no veo lo que echan en esa comida, ya sea una coliflor en mal estado o un pescado crudo”, afirma.

Debido a esto, pidió una reunión con el director del centro. Julia quería saber que cena le daban y se la mostraron. “Era un caldito, aguada con color, puré o una papilla que de la que se han publicado las fotos. Esa papilla viene con fruta en mal estado y el director me lo niega. Yo probé esa papilla y os podéis imaginar cómo estaba”.

Julia finaliza afirmado que “mi madre, en sus momentos de lucidez, a veces dice que está bien y come bien. Pero tiene alzhéimer, entonces también un día te dice que la comida está maravillosamente y otro te dice que el puré está malo y que está harta de comer puré”.

Los familiares aseguran que los problemas continúan en la residencia. La comida, la lavandería y la falta de personal se han agravado tras detectar altos niveles de legionela en el agua. Por todo ello convocaron a una manifestación este sábado 25 de marzo a las puertas del centro donde se reunión decenas de personas cercanas a los internos, trabajadores y asociaciones vecinales de Alcalá así como miembros de la corporación municipal.