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Judith Piquet: «Mi objetivo es trabajar por y para Alcalá, por y para los barrios y para la gente. Por eso vine a la política»


Han pasado ya algo más de dos años desde que Judith Piquet Flores asumió el cargo y se convirtió en la primera alcaldesa de Alcalá de Henares. Y, con ellos, una etapa marcada por decisiones políticas, proyectos en marcha y retos que siguen sobre la mesa. En esta entrevista buscamos repasar este periodo y profundizar en las cuestiones que más preocupan y afectan a los vecinos de la ciudad.

Durante la conversación, la regidora alcalaína abordó asuntos clave de la gestión municipal como la seguridad ciudadana, la limpieza viaria, las políticas medioambientales y el desarrollo urbanístico. También hubo espacio para hablar de vivienda, empleo y las inversiones en infraestructuras que, según afirma, están transformando distintos barrios y espacios públicos de Alcalá.

A lo largo de la entrevista, Piquet repasa los logros alcanzados, las dificultades encontradas y los proyectos que aún están por venir, ofreciendo su visión sobre cómo ha evolucionado la ciudad en estos dos años y cuáles son las prioridades de cara al futuro inmediato. Nuestro objetivo es conocer de primera mano cuál es la hoja de ruta del actual equipo de Gobierno y cómo pretende seguir avanzando en los asuntos que más preocupan a los ciudadanos.

A continuación ofrecemos un resumen escrito de lo más destacado de la entrevista, que puede verse completa en el vídeo superior.

Dream Alcalá: Este verano se ha cruzado el ecuador de la legislatura. ¿Cómo resumiría sus dos primeros años de gobierno local?

Judith Piquet: Yo resumiría estos dos primeros años como dos años de avance para la ciudad. Estamos viendo cómo nuevos proyectos se han puesto en marcha y, sobre todo, yo hablaría de la legislatura de los barrios. Era el aspecto más descuidado por los gobiernos anteriores y por eso nos hemos centrado en el plan Alcalá Mejora Sus Barrios, que define muy bien el trabajo de este equipo de Gobierno.

También hemos impulsado grandes transformaciones, como la avenida de Guadalajara, la Plaza de Cervantes o la próxima remodelación de la Plaza de los Santos Niños. Son obras absolutamente necesarias y no queremos quedarnos solo en el centro histórico, sino llegar de verdad a las necesidades de los barrios.

DA: El clima de crispación política a nivel nacional es cada día más intenso, y esa situación también se traslada al gobierno municipal. ¿Cómo calificaría la relación entre los distintos partidos políticos en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares?

JP: Desgraciadamente, no es diferente a lo que estamos viviendo a nivel nacional. Esa crispación, esa polarización y ese ambiente, me atrevería a definirlo incluso como ‘guerracivilista’, también llega a la política local. Pero no creo que sea lo que les importa a los vecinos y siempre le digo a mi equipo que ese ruido no nos distraiga.

Es inevitable que a veces haya confrontación, sobre todo cuando incluso atacan temas personales. La oposición se ha instalado en un turismo de juzgados. El Partido Socialista nos ha denunciado siete, ocho o nueve veces, y por cierto, las pierden todas. Todo eso afecta, pero nuestra prioridad sigue siendo ejecutar proyectos, escuchar a los vecinos y no perder el pulso de la calle. Lo último que quieren los vecinos es esta guerra absurda.

DA: ¿Cree posible rebajar ese clima de crispación entre Gobierno y oposición de aquí a las Elecciones?

JP: No, no creo. De aquí a las elecciones de mayo de 2027 será aún peor. Todo el mundo va a buscar su espacio, todos van a ser mucho más duros si cabe y no creo que las relaciones mejoren. Ya estamos viendo cómo, a nivel nacional, ahora sirve todo. Hemos visto incluso cómo algunos han cogido la bandera de Palestina, y está muy bien pedir la paz mundial, por supuesto, pero también hay problemas en nuestro país y conflictos en otros lugares. Ahora cualquiera se cuelga una bandera con tal de buscar un hueco político. Desgraciadamente, no creo que la crispación baje, sino todo lo contrario.

DA: Dentro del Ayuntamiento, la relación con los sindicatos tampoco pasa por un buen momento tras sus denuncias de deterioro de los servicios públicos municipales. Pero, este viernes tanto CCOO como UGT anunciaron un compromiso sobre plantilla y convenio de la Mesa General de Negociación Conjunta ¿Cómo está ese posible futuro acuerdo con ellos desde el Ayuntamiento?

JP: La posición del Ayuntamiento es exactamente la misma que hace año y pico, cuando ellos decidieron unilateralmente decir que se habían roto las relaciones. Dejaron de acudir a las reuniones y cogieron la pancarta, vinieron a los plenos e incluso en el primero intentaron reventarlo, hasta el punto de que tuvimos que desalojar la sala.

Nosotros estábamos pendientes de iniciar las reuniones del convenio colectivo y fueron ellos quienes decidieron dedicarse a otra cosa, al ruido. Creo que a esos delegados sindicales no les está yendo demasiado bien con sus afiliados esa actitud, porque al final representan a los trabajadores municipales, no a sus propios intereses.

Ahora han vuelto a pedir una reunión para calmar las aguas. La concejal se reúne con ellos, seguimos dando los mismos pasos y yo siempre les he dicho que vengan con un plan y con necesidades concretas. También les he pedido que se retracten de esa noticia que difundieron diciendo que nos habíamos subido los sueldos en el primer pleno municipal, algo que saben perfectamente que es falso.

Nosotros seguimos dispuestos a dialogar. Si quieren trabajar y avanzar en la negociación colectiva, aquí estamos. Si prefieren seguir con la pancarta y manifestarse una vez al mes, también están en su derecho. De ellos depende. La realidad es que no hemos avanzado nada desde entonces y han perdido un año y medio para poder trabajar en ese convenio colectivo. Si ahora quieren recuperar ese tiempo perdido, nosotros estamos dispuestos.

DA: En repetidas ocasiones su Gobierno ha exigido el cierre del centro de migrantes. Los trabajadores denuncian problemas de seguridad, hacinamiento y falta de control. ¿Por qué exige su cierre?

JP: Nuestra postura ha sido la misma desde el inicio. Sabíamos que iba a haber problemas dentro del CAED y también fuera. Y a las pruebas me remito dos años después. Hemos tenido un incidente muy grave, una salvaje agresión sexual a una de nuestras vecinas, y hay más incidentes relacionados con problemas de convivencia y uso de instalaciones públicas.

No estamos hablando solo de seguridad, también de convivencia. No hay un plan de integración, no hay un plan de seguridad y no hay un plan para estos chavales. Ellos hacen lo que pueden y al final es la ciudadanía de Alcalá la que tiene que adaptarse a una instalación que ha impuesto el Gobierno central, que sigue sin darnos ninguna explicación: ni por qué está aquí, ni cuánto tiempo va a durar, ni qué seguimiento tiene.

Por este centro han pasado ya 10.700 personas. Yo no estoy criminalizando a todos los internos, ni mucho menos. Pero tengo la obligación de velar por la seguridad y la convivencia de los vecinos de Alcalá de Henares, que llevan dos años sufriendo las consecuencias. Y por eso voy a seguir exigiendo el cierre del CAED. Gobierne quien gobierne, lo tengo claro.

DA: ¿Qué está fallando en la coordinación entre el Gobierno central y el Ayuntamiento? ¿Qué debería hacerse para mejorar la situación, sobre todo para los internos del centro?

JP: Para empezar, necesitamos certeza de temporalidad. Se nos dijo que el CAED estaría dos o tres meses abierto y llevamos ya dos años. No hay una inmigración ordenada. No sabemos quién está llegando, si tienen antecedentes penales, ni cuánto tiempo van a permanecer. Tampoco hay un plan de integración, no realizan actividades y pasan el tiempo deambulando por la ciudad.

No existe coordinación con el Ayuntamiento. Cuando hay incidentes, somos nosotros quienes llamamos al director del centro para intentar dar soluciones. Ellos no plantean alternativas, simplemente dejan que estén un tiempo y desaparezcan del centro, pero eso no significa que desaparezcan de la ciudad. ¿Qué futuro tienen estos chicos? ¿Cómo convivimos? Es una incertidumbre absoluta, sin diálogo ni planificación. Es el caos del Gobierno de Sánchez instalado en Alcalá. Nosotros vamos a seguir levantando la voz y buscando soluciones para los vecinos.

DA: Uno de los puntos principales de su programa electoral era la Policía de barrio, algo que también estaba en los programas del resto de grupos políticos. ¿Cómo ha funcionado este modelo en estos dos años y medio?

JP: Creo que está funcionando bien. Hay vecinos que me dicen que es la primera vez que ven patrullas a pie en los barrios, hablando con la gente y con los comerciantes. La policía de barrio es una policía de proximidad, no solo un coche patrulla pasando con las luces, sino agentes cerca de los vecinos. La seguridad es una prioridad para este Gobierno y también una de las mayores preocupaciones de los vecinos.

Por eso pusimos en marcha la policía de proximidad en todos los distritos y también la unidad de bandas juveniles violentas, que está funcionando muy bien. Hemos detectado incluso eventos disfrazados de actividades culturales que en realidad eran encuentros de bandas, y gracias al trabajo de esta unidad no se han llegado a celebrar. Negar la existencia de bandas sería ponerse una venda, pero queremos prevenir y actuar. Esta unidad también funcionó muy bien durante las ferias y fiestas de Alcalá.

DA: ¿Por qué creyeron necesaria la creación de esta unidad de bandas juveniles violentas?

JP: Porque es un problema que nos debe preocupar como responsables públicos y también como padres. Pensar que no hay un problema de bandas no significa que no exista. Queremos prevenir la captación de nuestros jóvenes y evitar que estas bandas se instalen en los parques, en las pistas deportivas o en los institutos de la ciudad. No queremos que nuestros hijos sean víctimas de las bandas, ni por captación ni por agresiones. Por eso estamos actuando, para que efectivamente esto no pase.

DA: ¿Es Alcalá una ciudad segura?

JP: Sí, Alcalá es una ciudad segura. La seguridad cero no existe y es un mensaje que siempre quiero transmitir, también en nuestras ferias y fiestas. Siempre se trabaja para evitar cualquier riesgo, pero la seguridad perfecta no existe. Aun así, podemos decir que Alcalá es una ciudad segura y para eso trabajamos.

Nuestra Policía Local está haciendo un trabajo increíble, con compromiso y cercanía. Quiero aprovechar para felicitarles porque no solo garantizan la seguridad en las calles, también han salvado vidas de vecinos en situaciones de emergencia, con los equipos de desfibrilación o en intervenciones en incendios. Contamos además con una coordinación absoluta con la Policía Nacional y con la Guardia Civil, y ese trabajo de prevención y planificación conjunta se refleja en la bajada de cifras de sucesos.

Evidentemente, hay incidentes como en cualquier ciudad, pero nuestros agentes están al lado de los vecinos los 365 días del año. Así que sí, Alcalá es segura, aunque la seguridad perfecta no exista nunca.

DA: En el río Henares se produjo una gran inundación con efectos que aún hoy son visibles. ¿Está preparada la ciudad para nuevos incidentes como este? ¿Cómo se mantiene el cauce del río?

JP: Antes de esa tormenta, los márgenes del río y el cauce estaban perfectamente limpios. Nos habíamos preocupado de tener el Henares en buenas condiciones dentro de la ciudad. El problema vino de todo lo que se arrastró aguas arriba en otros municipios, que todavía permanece en parte en el río.

Por eso estamos solicitando a la Confederación Hidrográfica del Tajo, organismo dependiente del Gobierno de España, que nos ayude o nos permita limpiar el cauce y la ribera. Nosotros hemos hecho nuestros deberes y queremos que todos los organismos implicados también lo hagan.

Durante la DANA estuvimos todos coordinados: Policía Local, Protección Civil, Urbanismo, Parque de Servicios, la Confederación, AEMET y la Consejería de Medio Ambiente. Gracias a esta coordinación logramos contener la situación y evitar que ningún vecino tuviera que ser desalojado o albergado en otro lugar. Solo espero que no vuelva a ocurrir, pero si viene otra DANA, trabajaremos mano a mano como esta primavera para proteger a nuestros vecinos.

DA: Por cierto, ¿sigue usted viviendo en el barrio de Nueva Alcalá? Porque se rumorea que se ha comprado un chalet en otro lugar

JP: Yo sigo viviendo en Nueva Alcalá, al lado del río. No, no me he comprado un chalet. Hay leyendas urbanas que afirman que tengo un chalet, unos dicen que en Alcalá, otros en municipios de arriba, pero no es cierto.

Sigo viviendo en mi casa de siempre, en mi barrio de siempre, en Nueva Alcalá, y voy a seguir haciéndolo porque es la zona que más me gusta. Pago mi hipoteca como todo el mundo y soy feliz en mi barrio.

DA: Antes de las elecciones de 2023, usted afirmó que «Alcalá sigue ocupando los puestos de cola entre los municipios más sucios de España». Sin embargo, una de las quejas vecinales recurrentes sigue siendo la limpieza. ¿Cuál ha sido la gestión en estos dos años y cómo continuará a partir de ahora?

JP: La limpieza es como la asignatura pendiente de todos los alcaldes. En una reunión reciente de alcaldes en Pinto lo comentábamos: nunca es suficiente y a todos nos preocupa.

En Alcalá estamos haciendo muchos esfuerzos, hemos ampliado el presupuesto y una de las medidas que sí ha funcionado es la campaña del ADN canino. Antes estábamos a la cola de la lista de la OCU por la presencia de heces caninas y ahora hemos visto mejoras significativas. Tenemos ya censados a 10.000 perros y se aplican multas a los dueños que no cumplen, lo que ha mejorado las calles y las zonas infantiles.

Como vecinos,tenemos que hacer muchísimos más esfuerzos por concienciarnos de mantener todo limpio, echar la basura dentro de los contenedores y evitar dejar restos voluminosos fuera de lugar.

Desde las instituciones, seguimos planificando, estudiando semanalmente las zonas más sucias donde tenemos que repasar, y aumentando el presupuesto para que la empresa de limpieza pueda tener más efectivos y mantener la ciudad limpia, sin duda.

DA: Con un precio de 2.500 euros el metro cuadrado en Alcalá de Henares según Idealista, y con planes de vivienda como el Plan Vive de la Comunidad de Madrid que son necesarios pero insuficientes, ¿cuál puede ser la solución al problema de la vivienda en la ciudad?

JP: Ojalá supiera cuál es la solución. Evidentemente, no tenemos muchísimo más suelo para crecer y construir en Alcalá. Pero del suelo disponible, acabamos de ceder terrenos a la Comunidad de Madrid para las 736 viviendas del Plan Vive y, además, ponemos a disposición suelo municipal para 200 viviendas más para los vecinos.

En muy breve espacio de tiempo vamos a presentar un nuevo desarrollo en una zona muy esperada de la ciudad, donde se construirán más de 2.500 viviendas. Estamos trabajando también en un plan estratégico municipal, que será la base del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, adaptado a la nueva ley del suelo.

Toda nuestra planificación está coordinada con la Dirección General de Urbanismo de la Comunidad de Madrid para agilizar los plazos y desarrollar nuevas promociones en Alcalá de Henares.

DA: Usted siempre ha defendido que el Plan General de Ordenación Urbana es una herramienta para generar empleo. ¿Qué se ha hecho en estos dos años y medio en ese sentido?

JP: Seguimos trabajando con el suelo disponible y estamos en absoluta coordinación con la Asociación de Empresarios del Henares para conocer qué empresas quieren establecerse en Alcalá. Tenemos también dos proyectos milmillonarios de centros de datos que se van a instalar en la ciudad, uno de ellos ya en construcción, lo que atrae inversión y generación de empleo.

Aunque la logística sigue siendo un motor importante para Alcalá, queremos atraer también industria emergente y tecnológica, para que Alcalá no dependa solo de la digitalización de otros municipios. Estamos trabajando con Alcalá Desarrollo, la Asociación de Empresarios del Henares y la Dirección General de Empleo de la Comunidad de Madrid en un proyecto de escuela de oficios para formar perfiles industriales que la industria local necesita.

El objetivo es que los alcalaínos puedan formarse, trabajar y vivir en Alcalá, reteniendo el talento de nuestra universidad y generando oportunidades locales. Queremos que los estudiantes de la Universidad de Alcalá puedan desarrollar su actividad profesional en la ciudad y completar su ciclo de vida aquí, con empleo, vivienda y formación disponibles.

DA: Llegamos a tener casi 20.000 parados en 2015 y ahora tenemos menos de 10.000. Pero, ¿cómo se puede parar el éxodo mañanero de alcalaínos que salen a trabajar fuera?

JP: Yo también quiero que los alcalaínos se queden a trabajar en Alcalá y no tengan que sufrir los retrasos de cercanías ni desplazarse fuera. Para eso necesitamos retener el talento de nuestros universitarios y perfiles más demandados, además de atraer nuevas empresas que generen economía y empleo.

No se trata de criminalizar al empresario o al autónomo, sino de dar facilidades: agilizar licencias, poner suelo a su disposición y, en general, dar alfombra roja a quienes generan trabajo y desarrollo económico. Los empresarios crean empleo y riqueza, y desde el Ayuntamiento queremos apoyarlos para que puedan seguir desarrollando su actividad en Alcalá.

DA: Antes de entrar en las obras, ¿qué va a pasar con el Mercadillo de Los Martes?

JP: Se están estudiando todas las opciones. Lo más factible parece que sea mantenerlo en el mismo lugar, pero un poco más arriba en la calle, para salvar la entrada y salida de los camiones de las obras que allí se están realizando.

Se ha hablado con comerciantes y con todos los implicados, y se toman decisiones basadas en planificación y mediciones técnicas. Hasta que los servicios técnicos terminen de validar la viabilidad de la opción, seguimos estudiando la mejor alternativa pero esta parece ser mantenerlo en la misma calle.

DA: De obras seguimos hablando o entramos de lleno en ellas. Todos los vecinos sabemos que son necesarias, pero la queja generalizada es que quizá han coincidido demasiadas obras en Alcalá al mismo tiempo, afectando sobre todo a la circulación. ¿Cómo les explicaría esta coincidencia de obras en el tiempo?

JP: Sabemos que las obras representan un perjuicio para los vecinos mientras se están ejecutando, y quiero empezar pidiendo perdón por cualquier molestia que se les esté causando en materia de movilidad. Las obras son absolutamente necesarias, pero no siempre podemos planificar los tiempos con total exactitud: las licitaciones pueden quedarse desiertas, los contratos tardan en firmarse, y algunos retrasos dependen de organismos externos. Por ejemplo, el puente de la carretera de Daganzo depende del Ministerio de Transportes y de ADIF. Su finalización se esperaba en octubre, y eso condiciona el inicio de la obra en Vía Complutense, que nosotros habíamos planificado.

Hay otras obras, como la del colector en Vía Complutense, que son imprescindibles para evitar problemas históricos de la ciudad. También quiero hablar de la Plaza de Cervantes y de la Avenida de Guadalajara, que son proyectos fundamentales. La Plaza de Cervantes ya está en su segunda fase de ejecución, y sabemos que coincide con actos culturales importantes como el pregón de ferias o el mercadillo, pero la obra debe ejecutarse. Los fondos europeos destinados a la plaza son finalistas y no se podían invertir en otras áreas. Hemos modificado ligeramente el proyecto original porque, por ejemplo, el gobierno anterior quería eliminar bancos y rincones de la plaza, pero consideramos que esos espacios son parte de la esencia de la ciudad y de la vida de los vecinos.

La Avenida de Guadalajara también avanza a buen ritmo. Las aceras estaban en muy mal estado y la intervención permite recuperar la fuente de los Cuatro Caños y mejorar la movilidad peatonal, conectando barrios con el centro y la antigua plaza de toros. Esto no solo mejora la circulación, sino que también dinamiza toda la zona, respetando la seguridad y el bienestar de los vecinos.

El colector de Vía Torrelaguna es otro ejemplo de obra esencial. Durante años se asfaltó sin renovar el colector, a pesar de los informes técnicos que advertían del riesgo de inundaciones en el túnel. Esta inversión de tres millones de euros, cofinanciada con el Programa de Inversión Regional de la Comunidad de Madrid, no es visible políticamente, pero resuelve un problema histórico que afectaba a la movilidad, a los autobuses urbanos y a la seguridad de todos los vecinos cada vez que llueve. No podemos priorizar un parque bonito sobre la seguridad y funcionalidad de la ciudad.

Sabemos que coincidan varias obras genera incomodidad, y algunos vecinos pueden frustrarse, pero siempre planificamos y coordinamos para minimizar el impacto. Algunas coincidencias, como la de la obra del puente de Daganzo, escapan de nuestra competencia, y queremos ser transparentes: nuestro objetivo es ejecutar obras necesarias, solucionar problemas históricos, conectar barrios y garantizar que Alcalá funcione correctamente. Que coincidan los trabajos en el tiempo no es casualidad, sino consecuencia de planificación técnica y coordinación con otros organismos. Si eso provoca molestias, pedimos comprensión, pero nuestra responsabilidad es priorizar lo que es imprescindible para la ciudad.

DA: ¿Qué vendrá después de las obras que están ahora mismo? ¿Hay más proyectos en marcha?

JP: Sí, más obras. Hoy mismo acabamos de aprobar modificaciones presupuestarias para ejecutar más actuaciones en la ciudad. Tendremos más asfaltado, más renovación de aceras y también mejoras en parques. Como decía al inicio, el objetivo central son los barrios. Durante ocho años han estado olvidados: no ha habido mantenimiento, no se han renovado aceras ni asfaltado, y muchos parques han carecido de inversión. Este gobierno va a ocuparse de ellos de manera prioritaria. No se trata de ejecutar obras para las elecciones de 2027 o “limpiar la cara” de la ciudad, sino de responder a lo que nos piden los vecinos: obras y más obras.

Los barrios recibirán atención en todos los distritos. Por ejemplo, en el Distrito II hemos realizado la mayor inversión, porque es donde la demanda era más urgente. Pero no nos quedamos ahí: habrá renovación de aceras, asfaltado y mejora de parques en todos los distritos. Proyectos como la Plaza de los Santos Niños empezarán en breve. Era una obra absolutamente necesaria, y lo que faltaba hasta ahora era voluntad política y diálogo. No nos hemos enfrentado a la Diócesis en disputas legales que podrían haber retrasado la obra décadas; hemos priorizado la seguridad y dignificación de la plaza para todos los vecinos.

Además, siguen las obras del aparcamiento de Nuestra Señora de Belén, que creará 350 nuevas plazas de aparcamiento y estará terminado en unos meses. También seguimos planificando más asfaltado, renovación de aceras y mejora de zonas verdes. Todas estas actuaciones son parte de la estrategia ‘Alcalá Mejora Sus Barrios’, que no es un eslogan vacío, sino una realidad concreta que responde a necesidades históricas.

Cada obra tiene un objetivo claro: mejorar la movilidad, la seguridad y la calidad de vida de los vecinos. Por ejemplo, renovar aceras y calles facilita el tránsito peatonal y la accesibilidad, mientras que el asfaltado evita problemas de tráfico y seguridad vial. La mejora de parques y zonas verdes responde tanto a la recreación como a la sostenibilidad urbana: es fundamental que los espacios públicos sean seguros y agradables para todos, desde niños hasta mayores.

La planificación de obras también busca coherencia y continuidad. No solo se trata de acometer proyectos aislados, sino de conectar barrios entre sí y con el centro histórico, de mejorar el tránsito rodado y peatonal y de recuperar espacios emblemáticos de la ciudad, como la Plaza de los Santos Niños. Cada actuación se programa considerando tanto la viabilidad técnica como la minimización de molestias a los vecinos, pero el objetivo final es claro: hacer de Alcalá una ciudad más habitable, moderna y segura.

En resumen, el compromiso de este gobierno es mantener un ritmo constante de obras que respondan a necesidades reales, con inversión en barrios, mejora de la movilidad, adecuación de espacios públicos y renovación de infraestructuras históricamente olvidadas. Cada proyecto que se ejecuta tiene detrás un plan técnico, un diálogo con los vecinos y un objetivo de utilidad pública, porque gobernar significa priorizar la seguridad, la comodidad y la calidad de vida de todos los alcalaínos.

DA: Otro de sus caballos de batalla durante la campaña electoral fueron los aparcamientos. ¿Cuántos han hecho hasta ahora y cuántos se espera conseguir hasta final de la legislatura?

JP: Por ejemplo, el aparcamiento de Nuestra Señora de Belén tendrá 350 plazas, mientras que el de Jiménez de Quesada sumará unas 200 más aproximadamente. También estamos estudiando la viabilidad de otros proyectos como los aparcamientos de Gran Canal, Vía Complutense o Demetrio Ducas. Cada proyecto requiere análisis técnico y económico para que sean sostenibles; no quiero construir un aparcamiento subterráneo y luego decir a los vecinos que cada plaza cuesta 25.000 euros, eso sería irresponsable.

Por eso seguimos trabajando en los estudios de viabilidad y en la planificación, evaluando costes, beneficios y ubicación estratégica. De momento, entre las plazas ya construidas, en proyecto o en estudio, calculamos que se incorporarán entre 700 y 1.000 plazas nuevas antes de final de legislatura, siempre dependiendo de los resultados de estos estudios y de la viabilidad técnica y económica de cada actuación.

Mi prioridad es que todos los vecinos perciban que se respeta su espacio y que las nuevas plazas realmente mejoren la movilidad y el estacionamiento en la ciudad. Cuando hablamos de reordenación de calles, pintura de aparcamientos o ajustes en esquinas, siempre se hace con la intención de optimizar los espacios existentes, pero las plazas realmente nuevas se calculan solo cuando son proyectos concretos y medibles, como los de Nuestra Señora de Belén o Jiménez de Quesada.

En paralelo, estamos atentos a las necesidades de los barrios y al impacto que cualquier obra de aparcamiento pueda tener sobre la circulación y la vida cotidiana de los vecinos. Cada decisión se toma con estudios técnicos, buscando equilibrio entre funcionalidad, coste y beneficio real para la ciudadanía. El objetivo final es que Alcalá tenga más opciones de estacionamiento sin perjudicar a quienes ya viven en esas zonas.

DA: Una vez hecho el anuncio del intercambiador de autobuses, ya el proyecto es una realidad. ¿Cuáles son los pasos que van a seguir ahora y cómo se abordará su ubicación, alejada de muchas viviendas?

JP: Seguimos avanzando en toda la tramitación administrativa necesaria, incluyendo la modificación del Plan general y la cesión de terrenos con la Comunidad de Madrid. Son procesos burocráticos que los vecinos no siempre entienden, pero que son imprescindibles para cumplir la legalidad y garantizar que el proyecto salga adelante correctamente. A pesar de estas tramitaciones, el proyecto ya está en los presupuestos de la Comunidad de Madrid, así que no es solo una promesa de campaña, sino una actuación real que ya ha comenzado a materializarse.

Respecto a la ubicación, aunque el intercambiador no esté rodeado de muchas viviendas, se ha planificado la conexión con las líneas de autobuses urbanos. Esto permitirá a los vecinos acceder fácilmente al nuevo intercambiador desde distintos puntos de la ciudad, integrando toda la red de transporte.

Además, se creará una zona de aparcamiento anexa de más de 160 plazas, algo que el proyecto original no contemplaba y que consideramos imprescindible. Este aparcamiento permitirá que quienes utilicen las lanzaderas o autobuses para desplazarse a Madrid o a otras zonas puedan dejar sus vehículos de manera cómoda y segura.

El objetivo es que el intercambiador funcione como un nodo central de transporte que conecte a toda la ciudad, al tiempo que se optimizan los flujos de vehículos y se mejora la comodidad de los vecinos.

En definitiva, el proyecto sigue avanzando paso a paso, combinando planificación, tramitación legal y coordinación con la Comunidad de Madrid. Cada decisión se toma con criterios técnicos y pensando en el beneficio real para los vecinos, asegurando que cuando el intercambiador entre en funcionamiento, cumpla todas las expectativas de movilidad y accesibilidad de la ciudad.

DA: Para terminar, ¿cómo ve lo que le queda de legislatura y qué proyectos importantes tiene previstos para este año y medio restante?

JP: Veo el final de la legislatura con ilusión. Sé que será un periodo intenso y que los ataques de la oposición se van a intensificar; las denuncias aumentarán, porque esa ha sido la única estrategia que hemos visto: una oposición destructiva, sin proyectos ni planes concretos. Han centrado sus esfuerzos en criticar bulos, rumores sobre mi vida personal o decisiones supuestamente polémicas, en lugar de presentar alternativas o trabajar por la ciudad. No estoy a eso; mi compromiso es con Alcalá de Henares, con sus barrios y con sus vecinos. Esta es la ciudad donde crecí, me formé y elegí vivir con mi familia, donde mis hijos crecen, y mi proyecto está aquí.

A pesar de la dureza que pueda venir por la confrontación política, me quedo con la satisfacción de ver cómo los proyectos que hemos puesto en marcha comienzan a materializarse. Obras que los vecinos habían esperado durante décadas, como el asfaltado del entorno del Lope de Vega, que llevaba 50 años sin mantenimiento, ahora se ejecutan. Los aparcamientos de Nuestra Señora de Belén, demandados por la comunidad del barrio, pronto serán una realidad; el paseo del río y el aparcamiento de Luis Vives comenzarán en breve. La Ronda Fiscal, también asfaltada, mejora la movilidad de manera significativa. Estas actuaciones no son solo obras; son soluciones concretas a problemas históricos de la ciudad, con un impacto real en la vida cotidiana de los alcalaínos.

En cuanto a los barrios, seguimos priorizando inversiones en ellos: renovación de aceras, asfaltado, parques y mobiliario urbano. Hemos detectado zonas que llevaban años sin mantenimiento y estamos ejecutando proyectos de mejora que los vecinos perciben y valoran. La idea no es solo embellecer la ciudad, sino garantizar funcionalidad y seguridad para todos. Además, los proyectos de aparcamientos continúan avanzando: Nuestra Señora de Belén, Jiménez de Quesada, y estamos estudiando viabilidad para otros espacios como Vía Complutense o Demetrio Ducas, siempre priorizando la utilidad para los vecinos y evitando costes desproporcionados que no serían sostenibles.

A nivel general, tenemos una planificación integral que incluye también parques, zonas verdes, renovación de aceras y asfaltado en todos los distritos, porque Alcalá no puede solo centrarse en el centro; los barrios son parte esencial de la ciudad y se merecen atención y recursos. Cada proyecto se analiza técnicamente, buscando soluciones eficaces y sostenibles. Nuestro objetivo es que los alcalaínos vean mejoras tangibles en su día a día, desde la movilidad hasta la calidad de los espacios públicos.

Finalmente, afronto este último año y medio con ilusión, consciente del ruido político y de la presión mediática, pero centrada en el trabajo. Cuento con un equipo sólido de concejales y con un gobierno estable que permite ejecutar las políticas que la ciudad necesita. Seguiremos priorizando la mejora de los barrios, la seguridad, la movilidad, los aparcamientos y la renovación de espacios públicos. Para mí, lo importante es que los vecinos vean los resultados, disfruten de la ciudad y perciban que estamos cumpliendo con nuestro compromiso. Esa es mi motivación hasta 2027, trabajar por y para Alcalá de Henares, por sus barrios y su gente.

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