El próximo miércoles, 26 de noviembre, a las 12:30 horas, el Círculo Hispanista Complutense realizará un sencillo acto en Homenaje a la reina Isabel la Católica con motivo del 521 aniversario de su fallecimiento y su inseparable relación con Alcalá de Henares.
Será ante el monumento de las inmediaciones del Palacio Arzobispal, con asistencia de autoridades locales e instituciones socioculturales de la ciudad.
Previamente, se oficiará una misa en la capilla de la Fundación Antezana (calle Mayor 46) por el eterno descanso de su alma a las 11:00 horas.
Durante el acto se efectuará la restitución de la pluma que desapareció hace casi 20 años, gracias a la generosidad del escultor Salvador Amaya
El escultor de la Reina
Salvador Amaya es uno de los escultores españoles más relevantes de este siglo XXI. Sus obras engalanan las calles y plazas de muchas ciudades españolas, destacando las últimas en Madrid.
Estas son, el Monumento al Centenario de La Legión, Monumento a los Héroes de Baler, Monumento a Blas de Lezo y los Monumentos a Miguel de Cervantes en Alcalá de Henares, Navalcarnero y Salamanca, entre otros muchos. Sin olvidar que está finalizando una monumental escultura en homenaje a los Tercios Españoles que será inaugurada el próximo año en Madrid
Amaya está contribuyendo a enriquecer el patrimonio de Alcala de una manera grandiosa y altruista, ya que, este mismo año, fue él quien cedió la escultura de Miguel de Cervantes al Círculo Hispanista Complutense, quien a su vez decidió donarla a la Sociedad de Condueños, al ser este el más fiel representante de la conservación del Patrimonio de la Humanidad Complutense.
La Reina Católica
Falleció el 26 de noviembre de 1504 en Medina del Campo (Valladolid), a la edad de 53 años y fue la gran promotora de la cultura española, en los siglos XV y XVI. Para esto se valió de la feliz coincidencia que la imprenta se introduce en España en el mismo año en que Isabel es proclamada Reina de Castilla, con lo que se favorecieron sus planes culturales y las manifestaciones artísticas, llevadas a cabo.
Pero Isabel no hubiera sido una gran Reina, si además no fuera una gran mujer, con una categoría femenina extraordinaria, adornada de condiciones físicas inigualables en su época: atractiva belleza, cuerpo bien proporcionado, piel blanca, ojos claros, cabello rubio.
Isabel y Fernando formaron la pareja denominada como Reyes Católicos, nombre otorgado por el papa Borgia que, a través de las famosas bulas alejandrinas, sentó las bases de legitimidad, y por los grandes servicios prestados a la Iglesia les concedió el título de «Reyes Católicos».
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