Dream AlcaláExposicionesExposición Once de Marzo, homenaje a las víctimas del 11-M

Exposición Once de Marzo, homenaje a las víctimas del 11-M

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha inaugurado, este miércoles, 8 de marzo, en la Capilla de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá, la exposición ‘Once de Marzo’, un espacio de encuentro y memoria en torno al 13º aniversario de los atentados del 11-M, que estará expuesta hasta el 2 de abril de 2017.

Organizada por la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, la Fundación Víctimas del Terrorismo y la Universidad de Alcalá, la exposición cuenta con la colaboración de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo y la Asociación Ayuda 11-M.

Juan Ignacio Zoido estuvo acompañado por el rector de la Universidad de Alcalá, Fernando Galván; el subsecretario del Ministerio del Interior, Luis Aguilera; la directora general de Apoyo a Víctimas del Terrorismo, Sonia Ramos; el director de la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez y la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco.

En la exposición fotográfica, realizada por el fotógrafo Eduardo Nave (Valencia, 1976), la pieza principal toma forma a través de un viaje visual por el día a día de los escenarios de los atentados, pero no un día cualquiera, sino los cuatro onces de marzo de cuatro años sucesivos (2010-2013).

Once de marzo – Eduardo Nave

Fotografiar con los ojos cerrados es una experiencia que se vive hacia fuera. Es traer a la luz imágenes que están en nuestro interior. Algunas caen de nuestras desolladuras y encuentran su camino filtrándose por el ojo de la cámara, provocando un choque fulminante con lo que viene a nuestro encuentro: la realidad del mundo. En este caso el acto fotográfico se da en ese umbrale- zona de contacto entre la vida y el pensamiento.

«Once de marzo» es un proyecto fotográfico que recoge el estado anímico de un escenario marcado por los trágicos atentados del terrorismo yihadista ocurridos el 11 de marzo de 2004 en Madrid. Eduardo Nave decide viajar el día exacto, a la misma hora, utilizando las líneas de los trenes afectados por las explosiones. Un suceso que trata de contarse así mismo atravesando el tiempo y el espacio con el fin de elaborar su propio duelo.

Realizado a lo largo de cuatro años (2010-2013), su recorrido se detiene en la estación de Atocha, la estación de Santa Eugenia, la estación de El Pozo y en la calle Téllez. Regresa a esos lugares para verlos de nuevo y hacerlos hablar, pero sobre todo, hacernos mirar. Donde la huella está al borde de la desaparición él trata de sentir, «vuelto corteza, piel inmediata», lo que otros vivieron allí.

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