Dream AlcaláHistoria de Alcalá de Henares¿A quién se debe el origen de los apellidos?

¿A quién se debe el origen de los apellidos?

Hay decisiones que pueden parecer efímeras o incluso irrelevantes, y otras que sin embargo suponen un antes y un después en las costumbres de millones de personas. Este es el caso de la costumbre de utilizar el apellido de los padres como origen de los apellidos propios.

Nuestro primer apellido se corresponde con el primer apellido de nuestro padre y el segundo apellido con el primer apellido de nuestra madre (desde hace unos años se puede optar por el orden inverso). Puede parecer lógico o de perogrullo, pero lo cierto es que es una costumbre que en España no se instauró hasta el siglo XV.

Hasta ese momento, las personas utilizaban como apellido el nombre de su oficio, el apodo con el que eran conocidos en su pueblo o incluso el nombre de su propio pueblo de origen. Esta situación daba pie a que, en muchas ocasiones, hermanos de los mismos padres no compartiesen los mismos apellidos.

Para evitar ese caos de apellidos, que a menudo generaba problemas administrativos bastante importantes, el Cardenal Cisneros decidió adoptar esta nueva regla. Así, los hermanos al menos compartirían el apellido del padre y sería más sencillo realizar parentescos.

Cisneros, un hombre fascinante

El cardenal Francisco Jiménez de Cisneros nació en Torrelaguna (Madrid) en 1436. Fue una figura fundamental en la historia de Alcalá de Henares y en la de toda España. Fue arzobispo de Toledo y confesor de la reina Isabel “la Católica”, lo que significó el comienzo de su brillante carrera política.

Por la influencia de los Reyes Católicos, el Papa le nombró reformador de los conventos de Castilla, lo que le valió no pocas enemistades por parte de cuantos se hallaban cómodamente instalados en posiciones inmovilistas. Y gracias a la colaboración de los Reyes Católicos, el Papa y el propio Cisneros, surge el proyecto de creación de un nuevo centro universitario en Castilla, y concretamente en el reino de Toledo, que respondiese a los ideales educativos de los nuevos tiempos que todos ellos compartían.

Para ubicar este centro, Cisneros eligió Alcalá de Henares, lugar sobre el que tenía la jurisdicción como Arzobispo de Toledo. Y con ello se convirtió en el fundador de la Universidad de Alcalá de Henares, a principios del siglo XVI, la primera ciudad universitaria planificada del mundo. Fue el ejemplo de la Civitas Dei (Ciudad de Dios), comunidad urbana ideal que los misioneros españoles trasplantaron a América, y sirvió de modelo a toda una serie de universidades en Europa y otras partes del mundo.

Adopta el modelo colegial para desarrollar un sistema coherente e integral de enseñanza y un perfecto organismo de restauración eclesiástica orientado hacia la enseñanza de la teología, con un novedoso planteamiento de acceso a los textos sagrados que implicaba el dominio del hebreo, el griego y el latín. Proceso que permitió asumir el mejor espíritu del humanismo cristiano que cristalizó en la Biblia Políglota Complutense, el mayor proyecto de traducción realizado hasta la fecha con el que Cisneros aspiraba a lograr una Biblia políglota, o plurilingüe, que contara con el mejor texto hebreo, griego y latín, incluidas algunas partes en arameo. Los trabajos comenzaron en 1502 y continuaron durante 15 años, aunque desafortunadamente  Cisneros murió cinco meses después de terminada la Biblia, y nunca llegó a verla publicada.

Cisneros fue protagonista, personal y oficial, de la reforma eclesiástica que se inicia en Castilla a mediados del siglo XV. Fue uno de los impulsores de las expediciones españolas al Norte de Africa que culminaron con la toma de Orán. A la muerte del cardenal Mendoza en 1495, fue consagrado arzobispo de Toledo en el convento de San Francisco de Tarazona, en presencia de los Reyes Católicos, lo que en la Baja Edad Media era ostentar el mayor poder tras La Corona, al ser Primado de España. Por el testamento de Fernando “el Católico”, quedó como Regente de España hasta la llegada de Carlos I, y ocupó este cargo hasta su muerte, acaecida el 8 de noviembre de 1517, precisamente cuando se dirigía a recibir al futuro Emperador.

Más información: